La Profesora Lanz no necesita presentación en Aragua. Es una institución en sí misma. No se puede hablar de la educación en nuestro Estado sin reconocer el inmenso aporte de Luisa Teresa.
Cuando cumple un año más de vida, queremos reconocer de nuevo su larga y productiva labor de Maestra de varias generaciones en el Liceo Agustín Codazzi y en el Instituto de Educación Integral.
Su ejemplo de honradez, disciplina, trabajo y compromiso con las mejores causas – en especial la Democracia y los derechos de la mujer – ha inspirado a miles de aragueños.
Para mí fue un gran honor que aceptara acompañarnos en la Secretaría de Educación durante los dos períodos que estuvimos al frente de la gobernación. Sin su fundamental aporte, al lado de otros valiosos docentes como Baudilio Reinoso, hubiera sido imposible adelantar la Escuela Solidaria.
Este innovador proyecto educativo surgió dentro del Plan de Solidaridad para el Desarrollo de Aragua. Entre los múltiples logros alcanzados destaca la dignificación de los docentes. Fuimos el primer estado que estableció los concursos para cargos y ascensos, eliminando las recomendaciones partidistas o de élites. Se respetaron a cabalidad los compromisos contractuales, en especial lo referidos a la justa y puntual remuneración de los maestros. Con el apoyo del Instituto de Formación Docente El Mácaro creamos el texto único gratuito. Se construyeron mas de 40 escuelas en todo el estado. Convertimos la residencia oficial del gobernador en el Centro de Formación Docente.
La misión de la Escuela Solidaria era recuperar el rol estelar de la escuela en la comunidad, educar para el trabajo productivo y sobre todo, promover la Democracia como forma de vida.
Siempre dijimos que era necesario superar, y así lo planteamos en el debate constituyente, el rol del Estado Docente por el de la Sociedad educadora, es decir, un proceso en el que nos involucráramos todos, la familia, la comunidad y la escuela como espacio abierto para la integración, la cohesión social y la formación de un potente capital humano, que con conocimientos y principios democráticos, promoviera la solidaridad como base en la búsqueda de una economía con rostro humano y del bien común.
Nunca hablamos de lucha de clases sino de cooperación para igualarnos todos hacia arriba en la superación.
No puedo dejar de mencionar y agradecer a Fuad Fadel y la Fundación Fadel que, con su programa de reconocimiento a la excelencia, apoyaron incondicionalmente la calidad de la enseñanza en Aragua. Igualmente, la contribución del sector privado en la incorporación de los centros de computación en las escuelas y en la creación del Centro de Información Digital de La Victoria, pionero de lo que luego llamaron bibliotecas virtuales.
La Profesora Lanz es inspiradora y promotora de la sociedad educadora como base para el bienestar, la solidaridad, el valor del trabajo y la Democracia.