La historia vuelve a repetirse. Ocurre una depredación para que siga otra y así, hasta que no haya nada que robar. O, ¿siempre habrá algo que robar? En el polémico libro El gran saqueo, Quiénes y cómo se robaron el dinero de los venezolanos, (2015) escrito por Carlos Tablante y Marcos Tarre, el fallecido Pompeyo Márquez en el preámbulo señala una advertencia, que no pierde vigencia, y que al contrario, cada día se fortale-ñce: “Mientras yo escribo este prólogo y usted lee estas líneas, alguien trabaja en silencio en Venezuela para asaltar las arcas públicas, bien sea una pequeña comisión o una tajada millonaria; los conductores de la delincuencia organizada no se detienen”.
Carlos Tablante, a sus 67 años, no ha dado su brazo a torcer en la lucha contra la corrupción. Fue miembro del Movimiento al Socialismo, MAS, gobernador del Estado Aragua, diputado y senador, presidente de la Comisión Nacional Antidrogas, y Ministro de Estado. Su jerarquía es reconocida. Conoce las interioridades de la delincuencia organizada. La ha estudiado con disciplina. Política, drogas e impunidad, un explosivo caldo de cultivo.
En el 2016 una orden de captura, emitida por el régimen, lo obligó a salir del país, e instalarse en Madrid. En el libro denunció, con irrefutables pruebas, al ministro de Alimentación Carlos Osorio, por hechos ilícitos. El caso fue a la Asamblea Nacional y esta declaró la responsabilidad política del Mayor General, y luego se hizo la denuncia en Fiscalía. “No tenía previsto quedarme en España. Mi familia está en Venezuela. Aspiro regresar pronto al país, pero ahora, no hay garantías”.
Otro libro bajo la autoría de Tablante, y Tarre, Estado delincuente, cómo actúa la delincuencia organizada en Venezuela (2013), hurga con énfasis las entrañas del poder cívico-militar, una peste social que aún goza de buena salud. “No soy un exiliado político formalmente, pero soy vícti-ma de un acoso de carácter policial y judicial por quienes integran el sindicato del crimen, esos que fueron denunciados en el libro. Después de Osorio se sumaron otros”.
-En el libro El gran saqueo, señalas que el estado delincuente sirvió de estructura para concretar la operación delictiva más perversa que ha habido en la historia: el saqueo durante la bonanza petrolera. ¿Hasta dónde los partidos tradicionales son responsables de ese episodio?
Lo primero que ocurrió en Venezuela es que Chávez inició un proceso sistemático de sustitución del Estado de Derecho por un Estado Delincuente. Lo primero fue el saqueo de la democracia, de la institucionalidad democrática. La imposición del líder único, del partido único, del pensamiento único. Es decir, el líder, el ejército y el pueblo, y la Fuerza Armada convertida en una maquinaria al servicio de una parcialidad política, violando la Constitución, y al mismo tiempo el contrapeso de los poderes públicos que es esencial en una sociedad de-mocrática, totalmente sustituido por el sistema neocaudillista, autoritario y populista. Así la delincuencia organizada empezó a adueñarse del país.
-Junto con Marcos Tarre haces una resonancia magnética de la corrupción en tiempos de Chávez, ¿Cómo evalúas el impacto sobre las instituciones? ¿No siente que aró en el mar a la luz de lo que ocurre en la actualidad?
Efectivamente. Ese proceso ha sido viral en relación con la sociedad. se ha creado un mecanismo perverso donde se ha mezclado lo ilegal con lo legal, es una especie de gran licuadora donde se produce ese coctel nefasto de corrupción e impunidad. Cualquier relación con el Estado está marcada por ese peaje de los mecanismos perversos de la corrupción. El mismo Maduro dijo que a la revolución se la estaba tragando la corrupción. Todos esos mecanismos de control discrecional fueron los que facilitaron ese saqueo, que es la causa de los grandes males que padece el país.
-A la luz de sus denuncias, ¿cómo queda Alex Saab en el ranking de la corrupción venezolana?
Nosotros cuando presentamos el libro en Hay Festival, en Cartagena, Colombia, en el 2014, comenzamos a hablar del Cartel de Barranquilla, donde Piedad Córdova, a través de sus contactos políticos, logró introducir a Alex Saab, con todos sus contactos con Chávez y Maduro, y convertirlo en un operador financiero, proveedor del régimen, que desarrolló actividades en Ecuador, que están denunciadas por nosotros en El Gran Saqueo. Las operaciones comenzaron en Ecuador con una em-presa que se llama Fondo Global de Construcción, que ofreció la construcción de viviendas en Venezuela, y nunca ejecutaron, pero que cobra-ron millones dólares.
-El estado venezolano está, desde hace rato, quebrado, y no citemos el riesgo país, el PIB ni la hiperinflación, pero hay una empresa privada que está dando la batalla. ¿Cómo explicas ese fenómeno?
El venezolano siempre ha actuado con creatividad frente a las adversidades, y en medio de ese saqueo que ha convertido a nuestro país es una economía en ruinas. El petróleo tiene una producción de 500 mil barriles diarios. Destruyeron la empresa petrolera, pero a pesar de la destrucción quedan reservas. Queda la posibilidad de que algunos empresarios hagan negocios con lo que queda, algunos vinculados al régimen, capitaneados por Tareck El Aissami, que tiene el control del arco minero y el negocio petrolero.
-Del régimen madurista se denuncia todo tipo de irregularidades; tráfico de drogas, contrabando de combustible, alimentos, todo lo que señalas en el libro ¿Hasta dónde puede tolerar una sociedad tanto vicio, tanta canallada deliberada?
Esa corrupción y la impunidad han tenido un efecto viral sobre la sociedad venezolana. La han enfermado. Y es víctima de un secuestro producto de toda esta impunidad, y el crimen que se adueñó del estado. El populismo autoritario de Maduro. La sociedad ha hecho una labor de resistencia democrática con valentía, coraje, perseverancia, que hacen que muchos hayan sido víctimas, ofrendado sus vidas. Otros han pagado con el exilio, otros en la cárcel.
-Ud investiga, ¿quiénes son los empresarios enchufados que aprueban en privado y niegan en público su luna de miel con el régimen?
Hay algunos incluso que no tienen ese pudor y lo hacen públicamente. La Cadena Capriles, todos sabemos su historia, fue comprada por el ré-gimen a través de Samark López, y el primer mediador de esa compra fue el banquero Víctor Vargas. Esa fue una primera operación. Luego compraron El Universal, con toda su tradición, para controlar la información libre. Luego Globovisión, e intentaron comprar Televén, luego con El Nacional, y como no pudieron, lo tomaron por asalto a través de una medida judicial.
-Qué nos puede comentar sobre el “delito autorizado” en Venezuela
El delito autorizado en Venezuela es eso que está haciendo “El Coqui” en las narices de Miraflores. Sale, le roba la moto a un médico, luego manda un mensaje por las redes diciendo que devuelve la moto. Es un delito autorizado cuando los delincuentes intervienen en asuntos del gobierno. En algunos casos, se ha demostrado que algunos grupos criminales ayudan a pagar las nóminas de algunas alcaldías, y programas del gobierno, como la distribución de alimentos.
-Y la deslegitimación de la Asamblea Nacional del 2015, por solo citar un ejemplo.
Te estoy hablando del crimen que asedia a diario la gente en los barrios. Lo que tú planteas ya es el saqueo institucional. Ese poder legislativo es importante, porque es la casa donde se hacen las leyes en nombre de la gente, y se controlan los otros poderes en nombre de la gente. Cuando obtuvo la victoria en 2015, lo primero que hizo el régimen fue el nombramiento de 13 magistrados, de manera express, del TSJ, que lo hizo Diosdado Cabello. Ese populismo de Maduro pisoteó la voluntad de cambio.
-¿Cómo se manifiesta en Miraflores el peso del G-2 cubano, las órdenes de Díaz Canel, y toda esa invasión cubana, simulada en solidaridad?
Cuba tiene presencia invisible. Es una invasión consentida que ha sido parte del saqueo que ha tenido el país, y la forma cómo Chávez y Maduro le entregaron a Cuba el control de nuestro territorio sin que haya habido un conflicto. Petróleo, dólares, la presencia en los organismos de seguridad, en las notarías, el sistema de salud, en la educación, el control que ejercen en Miraflores. El G-2 maneja la seguridad, y tiene una intervención absolutamente obscena e inaceptable en nuestra institución militar.
-En su portal cuentasclarasdigital.org se encargan de hacer una especie de etnografía de la delincuencia organizada. ¿Cómo se expresa la delincuencia organizada en Venezuela?
Como está planteada en el libro Estado delincuente, la delincuencia organizada se fue adueñando de las finanzas públicas. Y son Alex Saab, Raúl Gorrín, Víctor Vargas. Los negocios que se realizan con el diferencial cambiario. Estos señores hacían prestamos en bolívares a la tesorería y hacían sus negocios truculentos. Un caso claro es el de Saab, el de Claudia Díaz, la enfermera de Chávez, el tesorero Alejandro Andrade, teniente que está preso. Confesó que le habían dado mil millones de dólares en pago de sobornos. Hay evidencias de cómo la delincuencia organizada se fue adueñando de Venezuela.
-¿Puede haber unidad en un país huérfano de unidad política?
Sin unidad no saldremos del abismo en el que estamos. La unidad de todos los venezolanos debe ser amplia, incluyente, sin sectarismos de carácter partidista. Esa plataforma, que ha presentado Juan Guaidó, es con representantes de la sociedad civil, que estará en esa negociación en México, la cual debe tener como resultado el tránsito hacia una salida de carácter electoral.
-¿Ud piensa en una salida electoral, contrario a otros que señalan que con el crimen organizado no se negocia?
Lo que creo es que es un tema de fuerza y de poder. Lo que está planteado, lo conveniente, lo menos traumático, es una salida electoral. El mejor remedio para los males que tiene el país, es buscar recetas democráticas, por la vía de la negociación política. Quien me venga a proponer que la solución es no negociar con el criminal, que hay que sacarlo por otra ruta, le digo qué propones tú para sacarlo ¿Dónde y con quién será la invasión? ¿Cómo se ejecuta eso?
-¿Tiene perfil Elvis Amoroso para ser presidente del CNE?
Para nada. No me parece que tenga el perfil. Lo veo muy comprometido y fanatizado, muy involucrado en el conflicto. No representa una buena señal, cuando se está hablando de negociación.
-La investigación penal que adelanta Tarek William Saab contra los periodistas Víctor Amaya y César Batiz. ¿Qué hay detrás de esa acusación?
Son graves esas acusaciones anónimas e irresponsables que se hacen en las redes, que son tomadas por ese fiscal ilegítimo, nombrado por la constituyente madurista. Eso hay que rechazarlo.