Carlos me quiere mucho, tanto con la misma intensidad de su eterno «chalequeo», saca su dedo acusador para reclamar: «no has querido escribir sobre el poeta José Pulido». Y remata:
-¿Cuesta mucho en tu corta y pega de los domingos dedicar algo para este gran amigo?.
Parece mentira -le dije- todo está dicho sobre él, hay abundante información en las redes; además de gente seria, periodistas, escritores, editores, cronistas de todos los calibres. ‘¡Me da pena apá!»
De manera que llegó la hora, algo debo decir o transcribir de éste villacurano universal; hijo ilustre del barrio Los Colorados y Caricuao; de esos puntos para el mundo. Más nada.
Una amiga común de todos los tiempos, la poetisa Rosana Pasquier lo conoce muy bien. Nos dice que viene de gente trabajadora, tiene un hermano que es un conocido tallista de palos de escoba. Otro artista, pues.
Les cuento que yo nunca lo he tratado: eso sí, siempre me invitó a leerlo; no he leído su prolífica obra literaria, pero sí la periodística. Fui «come» periódicos, el menú ofrecido por José Pulido en las páginas de los diarios El Nacional, El UNIVERSAL y Diario de Caracas, los devoré con emoción.
Veo su cara en las últimas fotos publicadas y mantiene la misma sonrisa de felicidad de ese pana con el que te citas a joder en la barra de siempre.
Borges tenía razón: «La escritura es una forma de felicidad…». Pasquier, nuestra poetisa preferida, a petición me regala unos tips; «José Pulido es uno de los hombres de letras que tiene en sus ADN el siglo XX completico».
Sigo, leí por allí que le debe el oficio a una enfermedad: «Sufrí una tuberculosis en la infancia y eso me mantuvo más de un año aislado de la escuela, pero apegado a los libros que mi madre y mi hermana conseguían».
Sus entrevistas a grandes personalidades ligadas a variadas disciplinas, sus crónicas en los diferentes diarios donde trabajó y sus textos enjundiosos de profunda poesía y literatura tienen pasadizos que comunican unos con otros. El poeta nunca renuncia a su condición.
Igual le ocurrió a los viejos padres del periodismo moderno desde Truman Capote, Ryszard Kapuściński, Gay Talese, Tom Wolfe hasta García Márquez. Todos de una sola pieza profesional. No importa que los lean pocos.
El narrador piropea a sus lectores, «Un buen lector de poesía es como un unicornio».
En el 2017, agarró sus maletas y se fue a Italia, concretamente a Génova. «Me venció el miedo, el miedo a la delincuencia». Uno (yo) agrega: el miedo al Tren de Aragua, al Tren de los Llanos y al Tren Rojo. Al final son los mismos.
En una retirada no lo podemos llevar todo. Estoy pensando en el maestro Rodolfo Izaguirre, cuando una entrevistadora le preguntó:» Usted tan mayor, por qué no se va a España donde vive su hijo Boris rico y famoso».
Con el humor inteligente de siempre, el intelectual Izaguirre la despacho:»¿Y entonces quién va a cuidar mis helechos?»
José Pulido, dejó atrás algo que le costó soltar: «Su gato». Dolió, – dice- pero le reconfortó que su hermano lo atendió. El felino murió feliz.
Pulido nació en 1945, echa la mirada atrás y dice: «Cuando era normal quererse». Más adelante se fue para Caracas a estudiar periodismo; también es gremialista y con orgullo prefiere ser considerado como un autodidacta.
Nuestra citada poetisa, que lo conoce como la palma de su mano, sostiene que en toda su obra está presente el apoyo de su compañera de vida, la periodista Petruska (Petra)Simne, de origen serbio; juntos van a todas partes desde hace medio siglo. «Son gente maravillosa, sin vanidad, ni poses».
La agenda de ellos no para, son como los errantes por el desierto. Llevando su poesía a todos los confines del mundo literario.
«En mi casa nos alegrábamos y éramos felices si se maduraba una guayaba en el aire». La poetisa Pasquier lo confirma:» Tenían gallinas, gatos, huertas, y un jardín de flores silvestres».
«La sal de la tierra», su libro de entrevistas a famosos, creo debe ser un imprescindible en cualquier biblioteca. Además: todo estudiante o egresado de periodismo que se precie y respete debe tener ese texto de José Pulido en la cabecera de su cama, obra de consulta, ese libro puede ser un gran amigo. Lo digo yo.
Pulido seguirá afuera, pero carga el país por dentro. Descartó su ideología inicial, el comunismo, cuando le pareció lo mismo que el fascismo. En la actualidad ve la política con un poco de incertidumbre y pesimismo.
Lleva la vida sencilla, humilde y frugal de siempre. No necesita mucho para vivir; con sus libros y su amor militante a la familia y al mundo tiene. Así son los poetas.
Hace un mes recibió el Premio Internacional de la Excelencia » Cita del Galateo» de Poesía y Literatura de VerbumlandiArt. Este Premio se le otorgó «por su compromiso con la promoción de la cultura a través de la poesía y la literatura».
Fue recibido el 25 de octubre con honores en el Centro Pime de Milán.
Por aquí sus amigos celebran, la patria sigue, José Pulido vive.
En 2023 ingresó a la Academia Venezolana de la Lengua por el Estado Aragua.
Ama la vida y por eso trabaja en lo que le gusta incansablemente. No le teme a la muerte, somos finitos; «Estoy preparado para morirme. Estoy en tercera base y quien batea es Babe Ruth». Por aquí décimos: larga vida a nuestro poeta Villacurano universal.
Nos vemos por ahí